Deshacerse de tormenta de plata

Tras aceptar el trabajo, fui hacia los caballos alegre y con gran energía.
Llegaba algo tarde, me puse a hablar demasiado y se me pasó el tiempo, por suerte, todos estaban enteros aún.
-¡Hola bonitos! ¿queréis que os toque algo?-
Saqué mi guitarra de su negra envoltura de cuero. y jústo antes de tocar, pude observar a un chico extraño, llevaba unas pintas oscuras.
-Oye, ¿qué haces aquí? deberías irte corriendo... te lo recomendaría...- sonreí amablemente hacia aquella persona.
Probablemente sería alguien peligroso, y los caballos eran mi prioridad.
"Si quiero traer dinero a casa, debo no andarme con chiquitas y hacer bien mi trabajo..."

Toqué tres notas con la guitarra, mi, si re. Aquellas notas no tenían ningún efecto, mas no pretendía hacerle daño hasta saber con exactitud si era peligroso.
Aún así, aquellas notas podían mantenerme bastante prevenida ante cualquier acto suyo...
-¿Se te ha perdido algo?- Dije mirando con una cara divertida mientras dejaba enseñar uno de mis colmillos, hice retroceder uno de mis pies, tragué saliva, y agarré bien la guitarra.

El sonido de la Guitarra de Yue entumece a Death the Kid (-2 de Agilidad)

Hora: 10:43 am
Hora que inicia la Carrera: 1:00pm
Hora limite del trabajo: 1:30pm

Su aspecto seguía trayéndome sin cuidado, lo miraba de arriba y abajo.
Entonces me pareció algo raro que el jinete no supiera que su caballo tiene protector, y sobre todo, que me hubiera dicho aquello tan tarde.
Entonces, decidí contratacar con la misma moneda.
-Perdone, desconocido, pero éste es el caballo de mi padre, cada vez que hay carreras, les toco un poco para que se relaje... ¿acaso has venido a escuchar mi melodía?-
Toqué otras tres cuerdas, do, fa, la, ya fueron seis notas. Las suficientes como para tensar los músculos de su piel.
Sonreí maliciosamente, y miré los ojos de aquel hombre mientras mis dedos se preparaban para dar un concierto extremo de metal.
-¿Has venido a hacerle daño a los caballos?-
"¿Para qué ir con rodeos? él sabía que era su enemiga, y yo, que era mi enemigo", o al menos eso pensaba.
"Espero no haberla liado parda y haber dicho eso al autentico jinete..mas su forma de actuar me reveló quien era realmente."

El sonido de la Guitarra de Yue entumece a Death the Kid (-2 de Agilidad)

Hora: 10:43 am
Hora que inicia la Carrera: 1:00pm
Hora limite del trabajo: 1:30pm

-Para nada los caballos son magnificos animales
dije mientras cepillaba a uno de ellos
- veras son rapidos y fuertes, son animales estupendos, aunque comen mucho, por eso no tengo uno propio, de hecho acabe de conseguir el empleo
mira por ejemplo, este grandulon ya tiene hambre, te enseñare como se alimentan, primero tienes que tomar un gran tridente como este
es para tomar la paja y darsela.
vi que encima de una vieja mesa habia una lámpara de petroleo.
Al girar hacia el caballo nuevamente "por accidente" se cayó esa lampara y se prendio fuego.
Los caballos empezaron a correr lo mas rapido posible y recorde que el único caballo que representaba una amenza para que perdiera la carrera Fusil era Tormenta de plata, por tanto el caballo que corrio mas rapido era mi objetivo, lo habia encontrado.
Al reconocerlo mi primer movimiento fue lanzar el tridente hacia él
pero ya no habia dudas de cual de los caballos era mi objetivo

Nota: no puedes decir si el tridente dio en el blanco eso lo decido yo :3 sigue Yuu

Spoiler:

-¡Vaya! ¡que torpecín! Dije el verle lanzar el tridente.
Entonces me lancé encima de él por al espalda, amordazándolo con los brazos. Coloqué mis labios cerca de su oído, decidí ponerme seria y usar mi voz.
Empecé a cantar tan fuerte tan fuerte, que las vibraciones hicieron estallar las bombas de incendio. Todo estaba lleno de agua, como si lloviese.
-Crees que no están preparados para algo tan básico como un incendio ¿mi primitivo amigo caza caballitos?-
Hubo algo que me hizo darme cuenta incluso de su objetivo. Aquel al que lanzó aquel tridente. Era demasiado obvio.
Cantaba y cantaba cada vez más fuerte. Las vibraciones eran muy fuertes, los caballos estaban asustados, sabía perfectamente que sus oídos eran muy frágiles y podían captar un lobo antes de que su jinete pudiera verlo u oírlo.
Bajé el volúmen como medio preventivo.
Esperaba no haber hecho daño a los caballos, mi voz fue muy muy alta para intentar inmovilizar al enemigo, producirle una jaqueca grave que impidiese su concentración, o dañar una parte importante de su oído para crearle un dolor interno insoportable que dañase la zona del equilibrio y desmayase, mas no tenía ningún resultado asegurado, simplemente confiar en la melodía y evitar que matasen al pobre caballo.
-¿Qué tienes en contra del caballito? debería él darte con el tridente a tí, bellaco...- Entonces sonreí maliciosamente, apretando con fuerza su cuerpo. Me acerqué a él, y empecé a susurrarle una canción muy lenta, intentando dormirle o debilitarle, y calmar un poco a los caballos si éstos llegasen a escuchar mi canción, ya que era algo problemático que corrieran de un lado a otro mientras había fuego por alrededor y agua callendo desde el techo.
-Ahora que lo pienso....¡¡UAAH!!¡¡por tu culpa mi guitarra se está mojando!!- Dije mordiendo fríamente su oreja.